EL CALENTAMIENTO GLOBAL
En palabras del autor este libro persigue dos objetivos.
En primer lugar, “ayudar al lector a entender cómo
llegamos al atolladero del cambio climático en el que
nos encontramos actualmente” de lo cual destacaremos la cooperación entre disciplinas científicas en la
búsqueda de respuestas de consensos, algo que no
es habitual en los científicos. El segundo objetivo es
“describir la compleja relación entre ciencia, política
y sociedad”en relación al cambio climático , del cual
destacaremos la particular conexión entre científicos
y ciudadanía para convencer a los actores políticos a
tomar medidas ahora, por resultados que empezarán
a verse en 20 a 30 años en adelante. Algo muy poco
habitual en los políticos.
Con respecto al primer objetivo, el autor sostiene
que las investigaciones sobre el cambio climático no
siguen la concepción habitual de una investigación
científica tradicional tras resultados definitivos, tomando distancia de su eventual aplicación. En cambio, el
descubrimiento del calentamiento global ha sido conducido por científicos dispersos que espontáneamente
establecen contacto interdisciplinario, en un esfuerzo
por entender la complejidad de los fenómenos del
cambio climático. En el entendido que los resultados
nunca serán definitivos y siempre están orientados a
su aplicación. “El sistema climático de la tierra es una
complicación tan poco simplificable que nunca lo enComentario
El Calentamiento Global
Spencer Weart
tenderemos por completo como podemos entender
la ley física” , plantea el autor.
La cooperación entre científicos de diferentes ciencias
naturales ha surgido espontáneamente por la complejidad del tema. A modo de ejemplo, el autor recurre a
dos casos de cooperación interdisciplinaria. El caso de
Mario Molina, hoy premio Nóbel de Química, que de
una investigación sobre contaminación atmosférica por
aviones supersónicos, derivó en dos descubrimientos
sucesivos con participación de otros dos científicos.
Un gas aparentemente inocuo, el cloro fluoro carbono, destruye la capa de ozono con graves efectos en
seres humanos, animales y en vegetales; y, además, es
un gas con efecto de invernadero “por su prodigiosa
absorción de radiación infrarroja”. El otro ejemplo
del autor fue la integración de los modelos oceánicos
con los atmosféricos. Tal como se previó, los océanos,
al conservar calor retrasarían el calentamiento global
durante varias décadas. El optimismo se mantuvo por
diez años. Gracias a la cooperación de geólogos y para
sorpresa de todos, se descubrieron grandes saltos en
temperatura y a la vez concentración del CO2 ocurridos en todo el mundo hace cientos de miles de años.
“Una tendencia lenta sostenida durante largo tiempo
puede desencadenarse en un salto de proporciones”
en un tiempo futuro que solo podemos medir una
vez ocurrido.